martes, 6 de diciembre de 2011

N° X (micro-relato)

Gritó y todos quedaron callados, tan atónitos e incrédulos que al volver la vista hacia el sujeto, éste yacía pálido con la boca seca y las pupilas dilatadas, se había bebido de un trago aquella alma que supo, alguna vez, regalarle a su único amor...

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